Por fin hoy completamos el recorrido que teníamos planteado para los tres días. De Astorga a Ponferrada.
Ayer terminaron todos los peregrinos agotados (entre la larga caminata, el frío, el barro, la nieve....) pero, aunque pueda parecer mentira, permanecían las ganas de pasarlo bien antes de caer rendidos en el saco de dormir. Incluso alguno que otro/a estuvieron haciendo unas cuantas sentadillas bajo las estrellas, en el patio del albergue a eso de las once y media de la noche.
El desayuno de hoy lo hemos preparado nosotros.... Como todas las comidas del peregrino, bastante abundante y contundente, para aguantar bien las jornadas.
Hemos tenido bastante suerte con el tiempo. Hoy no hemos visto el agua, incluso nos ha cogido un poco el sol.
El cansancio se iba notando a medida que pasaban los kilómetros, que cada vez tenían más y más metros. Finalmente llegamos a Astorga. Comimos y después fuimos a ver el castillo de los templarios.
Vuelta a casa.
Después de estos tres días, y a pesar del cansancio acumulado, he notado en todos el deseo íntimo de seguir hasta Santiago, la meta, mezclado con las ganas de regresar a casa, a nuestra camita y con nuestras familias. Seguro que más de uno, en cuanto pueda, proseguirá el camino unas cuantas jornadas más.
Los profesores nos hemos sentido afortunados de compartir esta experiencia con todos y cada uno de vosotros/as. Creo que para el próximo curso habrá que continuar con estas vivencias tan enriquecedoras, tal vez nos volvamos a cruzar en el camino, compañeros.
Gracias a todos y BUEN CAMINO!
Ayer terminaron todos los peregrinos agotados (entre la larga caminata, el frío, el barro, la nieve....) pero, aunque pueda parecer mentira, permanecían las ganas de pasarlo bien antes de caer rendidos en el saco de dormir. Incluso alguno que otro/a estuvieron haciendo unas cuantas sentadillas bajo las estrellas, en el patio del albergue a eso de las once y media de la noche.
El desayuno de hoy lo hemos preparado nosotros.... Como todas las comidas del peregrino, bastante abundante y contundente, para aguantar bien las jornadas.
Hemos tenido bastante suerte con el tiempo. Hoy no hemos visto el agua, incluso nos ha cogido un poco el sol.
El cansancio se iba notando a medida que pasaban los kilómetros, que cada vez tenían más y más metros. Finalmente llegamos a Astorga. Comimos y después fuimos a ver el castillo de los templarios.
Vuelta a casa.
Después de estos tres días, y a pesar del cansancio acumulado, he notado en todos el deseo íntimo de seguir hasta Santiago, la meta, mezclado con las ganas de regresar a casa, a nuestra camita y con nuestras familias. Seguro que más de uno, en cuanto pueda, proseguirá el camino unas cuantas jornadas más.
Los profesores nos hemos sentido afortunados de compartir esta experiencia con todos y cada uno de vosotros/as. Creo que para el próximo curso habrá que continuar con estas vivencias tan enriquecedoras, tal vez nos volvamos a cruzar en el camino, compañeros.
Gracias a todos y BUEN CAMINO!
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